3/11/2011

Vertigo




El mundo nos ha expulsado,
no nos necesita de momento,
dispara a la atmósfera
los cuerpos, mentes,
incluso los zapatos.

El acenso es rápido,
nos falta el oxígeno,
un minuto, dos...
La asfixia sobreviene,
la vista se nubla.

Cuando reaccionamos
nos rodea el vacío,
la frialdad de estrellas;
el sideral silencio.

Es tanta la ingravidez,
la soledad compartida,
para cuando acordamos
ya vamos en picada.

Siento el vértigo,
la angustia,
el miedo que provoca el cambio.
Hiriente, 
la atmósfera nos recibe,
dos cuerpos en descenso
convertidos en llamas.

Iluminamos el firmamento,
somos cometas incidentales.
Mientras tú preguntas 
sí valió la pena,
yo disfruto el momento.

Falta ya muy poco,
el suelo viene al encuentro.
Sé que no llegaremos 
intactos al piso.

Ya no te veo a mi lado,
-siempre fuiste tan ansiosa-
Te desintegras primero.

Mientras me esfumo
solo alcanzo a pensar:
el vértigo valió la pena
por volar un momento.

Daniel Carrillo.


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